Óxido de propileno

Óxido de propileno

El óxido de propileno es un epóxido que presenta propiedades similares a las del óxido de etileno, pero es menos volátil y su actividad biológica es menor. A las temperaturas normales es un gas incoloro, muy inflamable y de olor similar al del éter. Licúa a 34.23°C y se congela a -112.13°C. Aunque la actividad biológica es menor que la del óxido de etileno debe manipularse con las mismas precauciones. Su poder de penetración es también menor que el del óxido de etileno pero, a pesar de ello, puede utilizarse en una gama similar de materiales sin causar daños en los mismos y con la ventaja de que su producto de degradación, el propilenglicol, no es tóxico.

Empleo del óxido de propileno

Su uso en los alimentos fue eclipsado por el óxido de etileno, por ser éste biológicamente más activo, hasta los últimos años de la década de los cincuenta en que disminuyó la utilización del óxido de etileno como consecuencia de la toxicidad de sus derivados, El producto de degradación del óxido de propileno, el propilenglicol, no es peligroso e incluso como tal está permitido como aditivo alimentario (humectante). En algunos países, como Canadá, aún no se permite el uso de óxido de propileno en los alimentos pero en otros, como Estados Unidos, su utilización está autorizada para diversos alimentos desecados. Sólo está permitido el tratamiento a temperaturas de 51.7°C o inferiores y el límite residual debe ser inferior a 300 ppm de óxido de propileno.